El nuevo Gobierno francés va a desmantelar la reforma de las jubilaciones del equipo precedente y que tantas protestas en la calle le costó su aprobación. El primer ministro galo, Jean-Marc Ayrault, ha asegurado que el Ejecutivo aprobará en menos de un mes un decreto que permita a los galos retirarse a los 60 años, y no a los 62, según la norma de momento vigente.
Según esta rectificación, que verá la luz «a finales de junio«, aquellos trabajadores que comenzaron a trabajar con 18 años y que hayan cotizado no tendrán que esperar dos años más para jubilarse. Aún quedan flecos por limar de la reforma, como si en estos 41 años de cotización se incluirán las bajas por enfermedad, las de maternidad o los breves periodos de paro.
«Todos los detalles se determinarán con las distintas organizaciones», dijo Jean Marc Ayrault. La ministra de Asuntos Sociales, Marisol Touraine, señalo por su parte que los periodos de descanso por maternidad sí estarán incluidos en el cálculo. «Todos estos aspectos se verán con las organizaciones sindicales», detalló la ministra.
La vuelta a la jubilación a los 60 años era una de las promesas estrella del programa electoral de François Hollande y por eso el Ejecutivo se apresura a dar salida cuanto antes al decreto. Respaldada por un 70% de los franceses, el Gobierno saliente ha criticado, ahora desde la oposición, esta medida que «arruinara» las cuentas del estado, según el ex titular de Trabajo, Xavier Bertrand.
Reforma contestada
Según el antiguo ministro, esta medida «electoralista» costará al Estado galo 20.000 millones extra al año. El Gobierno, sin embargo, dice que sólo supondrá un sobrecoste de entre 1.500 y 2.000 millones, que, según Touraine, serán financiados con una subida del 1,1% en las cotizaciones salariales y patronales.
La reforma de las jubilaciones le costó al Gobierno de Sarkozy una de las mayores movilizaciones en la calle de su mandato presidencial. El 27 de octubre la derecha francesa, mayoría en la Asamblea y en el Senado, adoptó la ley que prolongaba la vida laboral hasta los 62 años y de los 65 a los 67 a tiempo pleno.
Durante dos meses los franceses protestaron en la calle contra una reforma defendida por Nicolas Sarkozy como la única vía para sostener el modelo social francés. En los últimos años la mayoría de países europeos ha prolongado también la edad de jubilación con el objetivo de poder financiar el sistema de pensiones.
El nuevo decreto del Gobierno de Jean Marc Ayrault afectará a alrededor de 100.000 trabajadores, según los cálculos del Ejecutivo. El próximo día 25 de mayo el primer ministro se reunirá con las cinco organizaciones sindicales representativas y con las tres patronales para pulir los detalles del decreto.
En la reunión también se abordarán otros temas como la subida del salario mínimo interprofesional, el paro y las condiciones de trabajo. Los sindicatos quieren aprovechar que el Gobierno acaba de instalarse para presionar y tratar de sacarle acuerdos que vayan más allá de los prometidos durante la campaña electoral.