La Policía de Mieres, bajo mínimos: Las numerosas bajas en el servicio obligaron el miércoles a cerrar la sede porque los dos agentes disponibles tuvieron que atender urgencias

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El Ayuntamiento de Mieres ha recortado en 1,4 millones el gasto salarial que genera la plantilla municipal y al mismo tiempo han aumentado las bajas laborales en algunos servicios. A lo largo de esta semana ha habido tardes en las que únicamente han estado operativos dos agentes de la Policía Local, uno de los departamentos más afectados por el tijeretazo a los sueldos.

Desde hace semanas el número de bajas se ha disparado, oscilando como media entre las diez y las quince diarias, lo que supone más de la cuarta parte de la plantilla de la Policía. El pasado miércoles la inspección llegó incluso a estar cerrada al tener que salir a cubrir una urgencia los dos funcionarios operativos. La clausura de las instalación es un hecho casi sin precedentes. De hecho, funcionarios con más de 25 años de antigüedad aseguraron ayer a este diario que «muy posiblemente es la primera vez que se da esta circunstancia desde la creación del cuerpo».

La Policía Local está en estos momentos cubriendo los servicios con lo que podría definirse como una cobertura de mínimos. Normalmente, el turno de tarde se cubre con entre cinco y ocho agentes. En verano, coincidiendo con los periodos de vacaciones del personal, se puede reducir a cuatro el número de policías de servicio, pero sin bajar nunca de ese tope, según explicaron fuentes internas. El miércoles únicamente trabajaron dos integrantes de la unidad. A media tarde tuvieron que desplazarse fuera del casco urbano para cubrir una eventualidad, viéndose obligados a cerrar con llave las dependencias. Durante más de media hora cualquier tipo de urgencia que ocurriera en el municipio no hubiera podido ser atendida por la Policía Local, ya que durante el citado periodo de tiempo, al estar vacía las inspección, nadie atendía la centralita telefónica. Se trata de una circunstancia totalmente inusual, casi podría decirse que insólita.

El recorte salarial aprobado por el Gobierno local, que con la eliminación de pluses como la nocturnidad o la festividad ha supuesto que algunos agentes dejen de percibir más de 300 euros, ha provocado que en la plantilla se respire un clima muy enrarecido. Desde hace semanas es frecuente que estén de baja laboral cada día hasta 15 trabajadores, casi el 30 por ciento de una plantilla, integrada por 53 funcionarios.

Si bien a nivel interno no se ha abierto ningún tipo de investigación, en los pasillos del Ayuntamiento de Mieres se asume, aunque sea sin pruebas concretas, que el absentismo laboral en la Policía Local responde a una protesta encubierta. De hecho, no es ni mucho menos la primera vez que esto sucede. Hace tres mandatos municipales, con Misael Fernández Porrón como alcalde, ya hubo una situación de gran tensión entre el entonces Gobierno local socialista y la Policía Local. Los agentes reprocharon a los gestores municipales no cumplir ciertos compromisos contractuales y coincidiendo con la negociación de un nuevo convenio tensionaron enormemente las relaciones. Las multas cayeron casi a cero y las bajas laborales se dispararon. En aquella ocasión hubo momentos en que la mitad de la plantilla estaba liberada de servicios por mandato médico. Aquella coyuntura dio lugar a una situación cuando menos anecdótica. La noche de San Xuan, mientras la «foguera» ardía y miles de mierenses y visitantes disfrutaban de la noche más larga del año, un único agente se encontraba de servicio. Ni bajo esas extremas condiciones la inspección echó el cierre, algo que si ha sucedido ahora.

Los dos agentes que el pasado miércoles tuvieron que dejar desatendidas las dependencias policiales colocaron durante su ausencia una nota similar a la que un comerciante puede colocar en su establecimiento cuando se ve obligado a dejar el local por cualquier motivo. El texto era concreto. «Estamos atendiendo una llamada. Volvemos cuando acabemos. Disculpen las molestias. Gracias». La Policía Local de Mieres, una de las más reconocidas de la región, se encuentra ahora casi ausente.