Burgos, 28 may (EFE).- La Federación Regional de Municipios y Provincias (FREMP) de Castilla y León se ha mostrado hoy partidaria de que la prejubilación de los agentes de la Policía Local se produzca en las mismas condiciones establecidas para la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía.
En la reunión de la Comisión de Gobierno de la FREMP celebrada hoy en Aranda de Duero (Burgos), su presidente, Miguel Ángel García Nieto, ha anunciado que propondrá a la Federación Española de Municipios y Provincias que traslade esta propuesta al Ministerio del Interior.
Miguel Ángel García Nieto ha destacado los problemas que implica que los policías locales desempeñen labores de la llamada segunda actividad cuando llegan a una edad en la que sus compañeros de otros cuerpos de la Guardia Civil y la Policía Nacional disfrutan de una prejubilación o una jubilación a los 60 años.
Ha asegurado que el paso a segunda actividad supone un problema importante para los ayuntamientos, que no siempre tienen ocupaciones para estos agentes, además de que en algunos casos «no tiene sentido», porque «no parece lógico que un jefe de Policía Local pase a segunda actividad».
El salón de plenos del Ayuntamiento de Aranda de Duero ha acogido primero la reunión de la comisión ejecutiva y a continuación la comisión de gobierno de la FREMP, que ha comenzado con un minuto de silencio por el asesinato de Isabel Carrasco y la aprobación de una declaración institucional en su memoria, destacando su participación activa en esta organización.
En este encuentro, se ha aprobado también el presupuesto anual de la FREMP, que asciende a 969.000 euros, con un incremento de los fondos que se destinarán a formación, que pasan de los 160.000 euros del año pasado a 200.000.
El presidente ha dado cuenta también de los últimos convenios firmados otras instituciones, entre ellos uno con la Consejería de Familia y Cruz Roja para la atención a mujeres víctimas del maltrato.
García Nieto ha destacado la unidad de acción de todos los ayuntamientos, independientemente de su color político, contra la violencia de género, porque es «una lacra del siglo XXI que preocupa a todos».
