Policía Local Yeles (Toledo): Unidad Canina. Contra el Tráfico de Drogas.

782

La plaza de toros acogerá el próximo día 14 de junio una exhibición con unidades de otras localidades con motivo de las fiestas patronales a la que se invitará a colegios de Yeles y Esquivias.

Durante los seis últimos meses, Bily, un pastor belga malinois, ha estado preparándose para formar parte de la Policía Local de la localidad de Yeles. Él, junto a su guía, el agente Rubén del Palacio, darán forma a la Unidad Canina de esta localidad de La Sagra, que trabajará en dos líneas principales de actuación: la detección de sustancias estupefacientes y la concienciación y prevención ante el consumo de drogas, sobre todo, entre los más pequeños, mediante charlas en los centros educativos.
Durante todo este tiempo el animal ha estado siendo adiestrado en la Escuela Cinológica de la Defensa en Madrid, durante cinco días a la semana, desde las 08,30 de la mañana a las 14,30 de la tarde. El próximo 8 de junio se diplomará y al día siguiente comenzará a trabajar.
Ha sido una apuesta «arriesgada». Así lo explica Del Palacio, quien ha impulsado esta iniciativa que ha contado con el visto bueno del Ayuntamiento de Yeles. El animal está a su nombre y podía no haber servido finalmente para este trabajo. Pero Bily ha superado las pruebas con éxito, de hecho, incluso ha sobrepasado las expectativas que tenía su dueño.

En la escuela militar se ha preparado al can a través de «juegos» a identificar, mediante su sensible olfato, cuatro sustancias estupefacientes: hachís, marihuana, cocaína y heroína. Destaca su guía que en el municipio, sobre todo, se trafica con las dos primeras. Entre otros muchos ejercicios, las sustancias se introducen en un rollo realizado con una especie de toalla. Frente al perro se colocan tres elementos iguales y el animal tiene que identificar dónde se encuentra la droga. Y Bily no ha tenido ningún problema en hacerlo perfectamente. A diferencia de otros miembros de unidades caninas como las de la Guardia Civil, en este caso, se trata de un perro denominado «pasivo». Esto significa, explica Del Palacio, que una vez detecta la sustancia se acerca hasta ella y se queda quieto y sentado para marcar que la ha localizado.
Su dueño está sorprendido con la capacidad de este pastor belga, su compañero, ya que durante las prácticas ha llegado a partirse un dedo de la pata delantera y ha preferido seguir aprendiendo a través del juego sin importarle el dolor.
La Unidad Canina de Yeles es de las primeras en crearse en Castilla-La Mancha y se ofrecerá para colaborar en actuaciones en los municipios que lo requieran, sobre todo, en controles de vehículos, así como en los juzgados de Illescas cuando procedan a intervenciones en viviendas.

Presentación. Con motivo de las fiestas patronales en honor a San Antonio de Padua, en el mes de junio, se procederá a dar a conocer a todos los ciudadanos la nueva Unidad Canina del municipio de Yeles. Será en un acto que se llevará a cabo el próximo día 14 de junio, a partir de las 10 de la mañana, en la plaza de toros. Allí, habrá una exhibición en la cual participará la unidad local junto a otras de municipios como Torrejón de Ardoz, Villanueva del Pardillo y previsiblemente la de Illescas, que se está formando de manera paralela a la de Yeles. De esta forma, se enviarán escritos a los centros educativos locales, así como a los de Esquivias, para que los jóvenes acudan con sus familiares a ver cómo se trabaja con estos animales en la detección de droga, de explosivos e incluso actuaciones de ataque y de seguridad para las cuales están también preparados.
Después, el trabajo en la calle se compatibilizará con el de educación, concienciación y prevención del consumo de drogas en los centros educativos, sobre todo, porque para los jóvenes es muy atractivo comprender a fondo la utilidad de estos animales para estos fines y se les da a conocer que estos consumos no tienen ningún tipo de beneficios.
Entre las curiosidades, se encuentra la vida laboral de estos agentes tan especiales. Según Del Palacio, su labor se puede llevar a cabo durante alrededor de 8 ó 10 años, porque después, «empieza a flojear».
Bily se encuentra entre los primeros de su clase y seguro es que, con su sola presencia, sean muchos los que prefieran abstenerse de acudir con sustancias a la localidad y menos aún consumirlas. Y es que el olfato que tiene es tan fino que hasta puede percatarse de si alguien, por ejemplo, ha fumado recientemente hachís.
En estos últimos días, antes de su puesta de largo, se están haciendo los retoques finales en las instalaciones de la Policía Local para que el animal tenga su espacio como un agente más.