Un juzgado investigará a mandos policiales por el desalojo de los indignados de plaza Cataluña

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Los agentes retuvieron a los ‘indignados’ que se quedaron, y que recibieron, según el auto, «un trato intimidatorio, amenazador y vejatorio con amenazas de cargas policiales y prohibiéndoles ir al lavabo y comer»

El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona ha decidido investigar el intento de desalojo y carga policial del 27 de mayo en la plaza de Cataluña de Barcelona de los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana contra la acampada de ‘indignados’, que derivó en una batalla campal entre los acampados y los antidisturbios con más de cien heridos.

El juez ha admitido a trámite la querella que presentaron desde la comisión penal de la acampada ‘indignada’, que permaneció en este enclave durante más de un mes, un total de 56 personas contra el director de los Mossos d’Esquadra, Manel Prat, y la entonces concejal de Seguridad, Assumpta Escarp.

La investigación también incluye al intendente de la región metropolitana, Antoni Antolín; al responsable de la Brigada Móvil, David Bordas, además de otros agentes que puedan finalmente resultar responsables penalmente de los hechos investigados.

La querella incluía al conseller de Interior, Felip Puig, pero no será investigado por su condición de aforado, ya que en todo caso debería hacerlo el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).

Según consta en el auto, el juez ve que los hechos que se denuncian son merecedores de ser investigados para valorar si ha habido una «presunta vulneración del derecho fundamental a la libertad de reunión».

Según recoge la interlocutoria, los querellantes aseguran que la policía entró esa madrugada en la plaza Cataluña con el ánimo de desalojarla sin notificarlo previamente «para realizar trabajos de limpieza y retirada de objetos peligrosos».

Muchos de los acampados no obedecieron las órdenes y se quedaron en el lugar por la «actitud intimidatoria de los policías» y para proteger sus objetos personales. Allí, los agentes retuvieron a los ‘indignados’ que se quedaron, y que recibieron, según el auto, «un trato intimidatorio, amenazador y vejatorio con amenazas de cargas policiales y prohibiéndoles ir al lavabo y comer».

Al mismo tiempo, los operarios de limpieza se dedicaban a retirar los objetos del campamento «sin ningún tipo de cuidado», amontonando en camiones pantallas, ordenadores agendas personales y memorias externas con datos personales, entre otros, que acabaron en el Sot del Migdia a la intemperie con daños irreversibles.

Agentes no identificados:

Además, según consta en la querella, los mossos no iban identificados «según parece siguiendo órdenes de sus superiores y en especial del conseller de Interior», y ejercieron más violencia cuando los indignados impidieron la salida de los camiones de la limpieza. «La reacción de los agentes fue violenta golpeando a las personas que estaban en actitud pacífica», recoge el auto.

En el auto, el juez explica que según la querella «algunas lesiones tuvieron su origen en las balas de goma lanzadas por los agentes». El magistrado ya que tomado declaración a 48 de los querellantes para completar los requisitos formales, a la espera de que lo hagan otros ocho que no lo han podido realizar por el momento, y además ha examinado las fotografías aportadas por los querellantes.

Fuente: www.cadenaser.com