Seguramente, los ladrones que desarmaron y engrilletaron el viernes por la noche a dos policías locales de Numancia de la Sagra (Toledo), como informó ayer ABC, habían planificado todo para dar el golpe perfecto en el polígono industrial «Villa de Azaña». Pero no contaban con la inesperada llegada de esos dos agentes de la Policía Municipal, que trastocaron la estrategia de los delincuentes.
Sobre las nueve y media de la noche, los dos policías municipales estaban realizando una ronda por el polígono «Villa de Azaña», situado entre Yuncos y Numancia, cuando vieron que en la puerta de entrada a una nave industrial había aparcados dos coches de alta gama y luz encen’dida en el interior. A los agentes les llamó la atención que a esa hora hubiera gente trabajando en la nave, por lo que se acercaron para comprobar si había algún problema, según el relato que el alcalde, Pedro Vicente García Martín, hizo ayer a ABC.
http://www.abc.es/toledo/20130209/abcp-desarman-engrilletan-policias-numancia-20130209.html
Dinero para la transacción
En efecto, el responsable de la nave, que se dedica a la compraventa de maquinaria de hostelería -cámaras frigoríficas o mostradores, por ejemplo-, había adquirido mercancía y los vendedores llevaban la maquinaria para guardarla dentro de la nave. Además, el empresario tenía en su poder el dinero con el que iba a pagar la transacción.
Sin embargo, cuando el empresario, un operario y las dos personas que le suministraban la mercancía llegaron a la nave, se encontraron con que tres personas les esperaban en la puerta haciéndose pasar por guardias civiles. Los delincuentes incluso vestían chalecos simulando ser agentes del benemérito Cuerpo para ganarse la confianza del empresario en un primer momento. Sin embargo, armados y con los grilletes que llevaban para el atraco, los asaltantes consiguieron retener y maniatar al empresario, a un empleado y a dos proveedores.
Mientras en el interior se encontraban los delincuentes con sus rehenes, en la calle los dos policías municipales se bajaron del coche de patrulla y se acercaron a pie a la nave. Observaron que no había signos de violencia en la entrada y que aparentemente estaba todo normal, por lo que llamaron a la puerta.
«No liarla»
Pero los agentes no contaban con la sorpresa de que unos atracadores armados iban a abrirles la puerta. «Cuando los agentes ven que hay cuatro personas reducidas en el suelo por los atracadores, no oponen resistencia», narra el alcalde, «para no liarla, claro». Los delincuentes quitaron el arma reglamentaria a los agentes, a los que también esposaron. «En el momento que los dos policías empiezan a negociar con los atracadores, estos se ponen nerviosos y deciden marcharse del local», relata el edil.
Eso sucedió unos quince minutos después de que los agentes llegaran a la nave, instalación que los delincuentes abandonaron llevándose parte del dinero de la compraventa. Dejaron a sus seis rehenes engrilletados y huyeron en los dos vehículos de alta gama con los que se desplazaron hasta el polígono industrial.
Los dos policías lograron liberarse de las ataduras y avisaron por teléfono móvil a la Guardia Civil de Illescas, que organizó un operativo por las carreteras aledañas de la provincia de Toledo y de la Comunidad de Madrid para detener a los atracadores. Sin embargo, al cierre de esta edición los delincuentes no habían sido detenidos.
El alcalde afirma que los dos agentes retenidos por los atracadores«hicieron lo correcto», porque «intentar reducir a los delincuentes hubiera provocado seguramente un tiroteo y alguno hubiera ido para delante, fijo». El edil asegura también que estos policías son «objeto de felicitación», ya que «son dos agentes profesionales y con verdadera vocación de servicio. En lo que llevamos de año han evitado unos cuatro o cinco robos en la localidad».