Seis meses de prisión para un policía por pegar a un detenido.

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La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al policía local de Alcorcón Mario M.B. a la pena de seis meses de prisióndos años de inhabilitación especial para el cargo por abofetear y dirigir comentarios humillantes a un detenido por conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas en 2009.

La sentencia condena a Mario M.B. a indemnizar a la víctima, Ernesto C.A., con 600 euros por un delito contra la integridad moral.

El tribunal considera «probado» que los hechos ocurrieron el 27 de febrero de 2009, sobre las 06:45, cuando Ernesto C.A. se encontraba detenido por un presunto delito contra la seguridad en las dependencias de la Policía Local de Alcorcón, situadas en la calle Jabonería.

En presencia de Mario M.B., de 43 años, que en ese momento ejercía como cabo responsable del turno de noche, Ernesto C.A., que se encontraba de pie, escoltado por policías municipales y esposado con las manos a la espalda, manifestó en voz alta que los agentes que lo habían detenido le habían pegado.

El policía le propinó hasta cinco bofetones al detenidoEn respuesta, Mario M.B. le dijo «espere, que como le pegue yo…», a lo que Ernesto C.A. le contestó que le pegara, justamente cuando el cabo pasaba a su lado, momento en que Mario M.B. le propinó hasta cinco bofetones y le dijo: «¿pero con quién te crees que estás hablando, pintamonas?».

La abogada del acusado ha anunciado que interpondrá un recurso de casación contra esta sentencia, por considerar que se basa en las imágenes de un vídeo que se emitió en televisión, sin pruebas de que no haya sido manipulado, y que prescinde de las declaraciones de testigos y policías.

Durante el juicio que se celebró el pasado 24 de mayo, el policía afirmó que actuó en defensa propia ante «la violencia» del arrestado y para evitar «un mal mayor».

La fiscal pidió para el acusado un año y medio de cárcel por un delito contra la integridad moral cometido por funcionario público, mientras que la acusación particular elevó la petición de condena a dos años de prisión y tres de inhabilitación, además de una indemnización de 1.500 euros.

La abogada del procesado solicitó entonces la absolución del agente y, de forma alternativa, la aplicación de la eximente completa de obrar en cumplimiento de un deber.