La viuda de Aniceto García González, agente de Plasencia que ha recibido la Medalla de Plata al Mérito de la Policía Local de Extremadura, a título póstumo, ha asegurado que su marido fue policía «hasta el final».
María de los Ángeles Rebollo, acompañada por varios familiares, ha recibido hoy el «cariño» de los responsables municipales placentinos, con su alcalde, Fernando Pizarro, a la cabeza, así como de los miembros de la Policía Local.
Aniceto García González, como consecuencia de una actuación realizada el 29 de julio de 2009, consistente en la defensa de una mujer que estaba siendo agredida por un hombre, sufrió un grave infarto de miocardio.
Esto le llevó a un largo sufrimiento personal y familiar en su peregrinaje de operaciones y hospitales desde que sufriera esta lesión hasta su muerte el 3 de mayo de 2011.
Tras ser solicitada la condecoración al Gobierno regional por el alcalde de Plasencia y el intendente de la Policía Local, Enrique Cenalmor, la misma llegó el pasado día 31 de julio de manos del presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, quien hizo entrega de la medalla a su viuda.
La «mujer de Aniceto», como la ha presentado el alcalde placentino para evitar el término viuda, ha agradecido la condecoración y ha expresado su deseo de que «ninguna mujer de policía tenga que volver a recoger este tipo de medallas».
Entre lágrimas, ha desvelado que cuando su marido se encontraba hospitalizado en Madrid sufrieron el robo de algunas pertenencias en su habitación.
«Y mi marido, que apenas podía levantarse ya de la cama, salió en persecución de la ladrona y consiguió detenerla», ha relatado antes de aseverar que «Aniceto fue policía hasta al final».
Por su parte, Fernando Pizarro ha defendido la condecoración del agente no solo por el acto de servicio realizado y la lesión de corazón sufrida como consecuencia del mismo, sino también por los 30 años de servicios prestados con una hoja de servicio «intachable».