El Ayuntamiento de Valencia puso el año pasado un 27,6 millones de euros en multas , lo que supone un descenso de dos millones (5.500 euros al día) con respecto a 2010, y de 11,1 con respecto a 2009.
Ambas bajadas se han producido justamente un año antes de las elecciones (el de 2010) y en año electoral (el de 2011), con las municipales y autonómicas el pasado mes de mayo y las generales de noviembre. Tal situación no es casual para los socialistas.
Según el concejal del PSPV, Pedro Sánchez, los datos demuestran que Rita Barberá ha convertido el Consistorio en «un aparato al servicio de sus intereses electoralistas». «Cuando les interesa generar derechos de cobro, fríen a multas a los vecinos, y cuando no quieren cabrearlos, ponen menos», denuncia.
Sin embargo, desde el PP replicaron: «Nunca se ha dado una consigna a la Policía Localen relación al número de multas que deben poner. Sus propios sindicatos lo denunciarían. Si se ponen menos multas es porque, con la crisis, la gente comete menos infracciones por miedo a recibir la sanción económica. Relacionar esto con las elecciones es otra mentira de los socialistas».
Por otra parte, con los 27,6 millones recetados a los valencianos el año pasado, el Consistorio casi ha triplicado los 8 millones en ingresos presupuestados por sanciones de tráfico.
Una cantidad que el Ayuntamiento ya tiene cubierta, puesto que, hasta ahora, del total de sanciones puestas, se han recaudado 8,4 millones de euros, si bien tuvo que devolver 83.546 euros por recursos ganados por los ciudadanos.
Boletines sin cobrar desde 2008
Según han informado fuentes del PSPV, el Consistorio valenciano acumula unos 47 millones de euros en sanciones sin cobrar, de los que 2,4 millones corresponden al año 2008, 15 a 2009, 11,6 a 2010, y los 18 restantes, el año pasado. Eso no significa que no se vayan a cobrar, puesto que en caso de que el denunciado no pagase, puede sufrir el embargo de sus cuentas. El año pasado se embargaron 72.700 cuentas.